Taxonomía
Aunque suele llamarse a todos los
misticetos «ballenas», esta denominación se reserva solo a la familia
Balaenidae. Las llamadas ballenas azules en realidad son rorcuales (familia
Balaenopteridae), una familia que incluye a la
yubarta, el
rorcual común, el
rorcual de Bryde, el
rorcual boreal y el
rorcual albiblanco.
[8] Se cree que la familia Balaenopteridae divergió de otras familias del suborden
Mysticeti ya en el
Oligoceno medio;
[9] sin embargo se desconoce cuándo se separaron entre sí los miembros de esa familia. Al rorcual azul normalmente se la clasifica como una de las ocho especies de rorcuales incluidas en el género
Balaenoptera, y aunque una autoridad la clasificó en un género separado,
Sibbaldus,
[10] esta clasificación no fue aceptada por nadie más.
[11] Recientes análisis de
secuenciación de ADN indican que está
filogenéticamente más cerca del
rorcual boreal (
Balaenoptera borealis) y el
rorcual de Bryde (
Balaenoptera brydei) que de otros miembros de la familia
Balaenoptera, y más cerca de la
yubarta (
Megaptera) y la
ballena gris (
Eschrichtius) que de los rorcuales albiblanco(
Balaenoptera acutorostrata y austral
Balaenoptera bonaerensis).
[12] [13] Si futuras investigaciones confirmaran estas relaciones, sería necesario clasificar de nuevo los rorcuales.
Existen casos documentados de
híbridos entre rorcuales azules y
rorcuales comunes en el hábitat natural, pero se desconoce la capacidad reproductiva de estos híbridos.
[14] [15] Arnason y Gullberg describieron la distancia genética entre el
rorcual común y el rorcual azul como la misma que existe entre el
ser humano y el
gorila.
[16]
El nombre de la
especie,
musculus, proviene del
latín y puede ser traducido como «músculo», aunque también puede serlo como «ratoncito».
[17] Linneo, que asignó ese nombre a la ballena azul en su
Systema naturae de 1758,
[18] puede que utilizara un deliberado e irónico
doble sentido al darle este nombre.
[19] Antiguamente se la denominaba con otros nombres comunes, como
rorcual de Sibbald (por
Sir Robert Sibbald),
gran ballena azul y
gran rorcual del norte. Estos nombres dejaron de utilizarse en décadas recientes.
Diversas autoridades subdividieron la especie en cuatro subespecies, una de ellas dudosa:
- B. m. musculus (Linnaeus, 1758), rorcual azul del norte, en la que se incluyen las poblaciones del Atlántico Norte y del Pacífico Norte,
- B. m. intermedia (Burmeister, 1871), rorcual azul antártica, la de mayor tamaño, que se encuentra en el océano Antártico,
- B. m. brevicauda (Ichihara, 1966), la rorcual azul pigmeo, con poblaciones en el océano Índico y en el Pacífico Sur,[20]
- y la más problemática B. m. indica (Blyth, 1859), el gran rorcual de la India, que también se encuentra en el océano Índico y que, si bien se ha descrito con anterioridad, puede ser la misma subespecie que la B. m. brevicauda.[11]
Descripción y comportamiento
Vista aérea mostrando sus dos aletas pectorales.
Rorcual azul expulsando un chorro de agua a través de su
espiráculo doble.
El rorcual azul tiene un cuerpo largo y esbelto que parece delgado en comparación con la constitución más rechoncha de otros misticetos. La cabeza es grande (abarca aproximadamente un cuarto de su cuerpo), plana y en forma de «U», con una cresta que va desde los
espiráculos hasta el extremo anterior del rostro.
[21] La parte frontal de la boca es gruesa con entre 300 y 400
barbas a cada uno de sus lados, cada barba con una longitud de alrededor de un metro, y que cuelgan de la mandíbula superior,
[21] son particularmente anchas (50 cm) en proporción a su longitud.
[22] Tiene entre 55 y 88 surcos (llamados pliegues ventrales) a lo largo de la garganta y paralelos al cuerpo.
[21] Estos pliegues ayudan a la evacuación del agua de la boca después de sus «embestidas» para alimentarse. La
aleta dorsal (sólo visible brevemente durante la secuencia de sumersión) está situada al inicio del último cuarto del cuerpo y es pequeña y de forma variable (triangular, redondeada, ligeramente falcada o apenas una pequeña protuberancia).
[21] Cuando sale a la superficie para respirar, saca su espalda y el espiráculo fuera del agua en mayor medida que otros grandes misticetos como el
rorcual común o el
rorcual boreal. Esta característica puede ser utilizada por los observadores para diferenciarla de estas especies en alta mar. Antes de iniciar una maniobra para sumergirse a gran profundidad, suelen sacar su aleta caudal fuera del agua.
[23] Cuando respira en la superficie, el rorcual emite un denso y espectacular chorro de agua que puede alcanzar una altura de entre 6 y 12 m,
[22] (generalmente en torno a los 9 m)
[23] que puede ser visto desde una gran distancia en un día de mar tranquilo. Su capacidad pulmonar es de 5.000 litros.
[24] Los rorcuales azules tienen un
espiráculo doble, protegido anterior y lateralmente por una prominencia mayor que en los demás rorcuales.
[21]
Las aletas pectorales tienen forma puntiaguda y una longitud de tres o cuatro metros,
[21] con la parte superior de color gris con un fino borde de color blanco y el lado inferior de color blanco. La cabeza y la aleta caudal son por lo general uniformemente grises. La parte superior del rorcual, y a veces las aletas, son habitualmente moteadas en un grado que varía considerablemente de un individuo a otro y así unas pueden tener un color uniforme gris pizarra por todo el cuerpo, pero otras muestran una variación considerable de azul oscuro, gris y negro, todas con pequeñas manchas a lo largo de todo el cuerpo. Su vientre muchas veces tiene un color grisáceo o amarillento, debido al roce de los misticetos con microorganismos llamados
diatomeas en las frías aguas del Antártico, el Pacífico Norte y el Atlántico Norte.
[25] [26]
Los rorcuales azules pueden alcanzar velocidades cercanas a los 50
km/h (27
nudos) cuando se sienten amenazadas, aunque su velocidad habitual de desplazamiento es de 22 km/h (12 nudos).
[3] Mientras se alimentan, su velocidad oscila entre 2 y 6,5 km/h (1 — 3,5 nudos).
[27]
Los rorcuales azules comúnmente viven solas o en pareja, aunque se pueden observar grupos de hasta siete individuos;
[23] donde hay grandes concentraciones de alimento se han registrado hasta 60 ejemplares reunidos en una misma zona.
[3] Sin embargo no forma los grandes grupos que se observan en otras especies de misticetos. Determinando el género por el análisis de su
ADN, un estudio constató que las parejas de rorcuales azules adultas están formadas por lo general por un macho y una hembra y a menudo han sido vistas juntas durante un largo período, aunque también se ha constatado que algunos machos se han emparejado con hembras diferentes en distintos momentos.
[27]
Tamaño
Debido a su enorme tamaño, los rorcuales azules son difíciles de pesar. La mayoría de los rorcuales capturados por barcos balleneros no eran pesados enteros, sino que primero se cortaban en piezas más manejables. Esto causó una subestimación del peso total de los rorcuales debido a la pérdida de sangre y otros fluidos. Aún teniendo en cuenta lo anterior, un ejemplar adulto puede medir entre 24 y 27 metros de longitud y pesar entre 100 y 120 toneladas.
[22] [5] El mayor rorcual azul del que se tiene constancia medía 33,6 m y la mayor longitud validada científicamente fue de 29,9 m.
[4] El de mayor peso fue una hembra capturada en las
Georgias del Sur en
1947, que pesó 173 toneladas.
[4] Los rorcuales del
Hemisferio Sur son generalmente mayores que los del
Norte y las hembras son mayores que los machos.
[4]
El rorcual azul está considerado como el animal más grande que haya existido nunca en la Tierra.
[28] [29] [30] [31] El mayor
dinosaurio conocido de la
era Mesozoica fue el
Argentinosaurus,
[32] que se estima que pesaba hasta 90 toneladas, aunque una polémica vértebra de
Amphicoelias fragillimus podría indicar un animal de hasta 122 toneladas y 40–60 metros;
[33] el pez extinto
Leedsichthys puede haberse acercado a su tamaño.
[34] Aún teniendo en cuenta la dificultad de encontrar
fósiles completos y que su peso sólo puede estimarse, todos estos animales serían más pequeños que la ballena azul.
Su
lengua pesa aproximadamente 2,7 toneladas,
[35] y, cuando está totalmente abierta, su
boca es lo suficientemente grande como para contener hasta 90 toneladas de comida y agua.
[36] Sin embargo, a pesar del tamaño de su boca, las dimensiones de su
garganta son tales que un rorcual azul no puede tragar objetos más grandes que una pelota de playa.
[37] Su
corazón pesa 600 kilogramos y es el más grande conocido en cualquier animal.
[35] La
aorta del rorcual azul tiene aproximadamente 23
cm de
diámetro.
[38] Ya al nacer las crías miden entre 7 y 8 m y pesan hasta 2.700 kg (lo mismo que un
hipopótamo adulto).
[8]
Alimentación
Los rorcuales azules se alimentan casi exclusivamente de
krill, aunque también ingieran pequeñas cantidades de
copépodos.
[39] [26] La especie concreta a la que pertenece el zooplancton del que se alimentan varía de un océano a otro; en el
Atlántico Norte el
Meganyctiphanes norvegica,
Thysanoessa raschii,
Thysanoessa inermis y
Thysanoessa longicaudata son su alimento habitual,
[40] [41] [42] en el
Pacífico Norte,
Euphausia pacifica,
Thysanoessa spinifera,
Thysanoessa raschii y
Nyctiphanes symplex;
[43] por último, en el
Antártico,
Euphausia superba,
Euphausia crystallorophias y
Euphausia valentin.
Un adulto puede ingerir hasta 40 millones de
krill en un día.
[8] [44] Los rorcuales siempre se alimentan en las áreas con la concentración más alta de krill y pueden llegar a consumir durante la temporada alta de alimentación hasta 4 toneladas de este crustáceo en un día, aunque hay informes de consumos de hasta 8 t.
[43] Los requerimientos de aporte energético de un rorcual adulto están en torno a los 1,5 millones de
calorías cada día.
[45] Generalmente se alimentan a profundidades de más de 100 m durante el día y sólo se alimentan en la superficie de noche.
[46] [23] Las inmersiones durante su alimentación son generalmente de entre cinco y quince minutos, aunque inmersiones de hasta veinte minutos son habituales y existen registros de hasta treinta y seis minutos de duración.
[46] [47] La alimentación del rorcual se realiza por un sistema de filtrado: en una «embestida» abre su boca introduciendo gran cantidad de agua y de krills, entonces cierra sus mandíbulas y empuja el agua de vuelta hacia fuera a través de sus
barbas, lo que permite que el agua salga mientras captura las presas retenidas en ellas. Aunque su alimentación es casi exclusivamente el krill, incidentalmente también consume pequeños peces, crustáceos y calamares que nadan entre éste.
[48] [49]
Ciclo vital
Un ejemplar joven con su madre.
La época de apareamiento comienza a finales de otoño y continúa hasta el final del invierno.
[50] Poco se sabe sobre el comportamiento de acoplamiento o lugares de cría. Las hembras generalmente dan a luz una vez cada dos a tres años a principios de invierno tras de un
periodo de gestación de diez a doce meses.
[51] [52] La cría pesa casi tres toneladas y mide alrededor de 7-8 m de longitud.
[8] [3] Los ballenatos beben unos trescientos ochenta litros de leche al día y aumentan unos noventa kilogramos de peso también cada día.
[53] El destete ocurre aproximadamente a los ocho meses de edad; en ese momento la cría ya ha doblado su longitud.
[51] La madurez sexual de los machos se produce aproximadamente a los cinco años de edad, cuando miden en torno a 20-21 m y la de las hembras cuando miden de 21-23 m, también a los cinco años.
[21] La madurez física de los machos en el Hemisferio Norte se produce cuando alcanzan los 24 m de longitud, mientras que las hembras la alcanzan a los 25 m.
[54] Los científicos estiman que los rorcuales azules pueden vivir hasta 80 años o más.
[4] [3]
Los varamientos en la costa de rorcuales azules son muy poco comunes, y, debido a la estructura social de la especie, las varadas masivas son realmente insólitas,
[55] por ello, cuando se produce algún varamiento se convierte en foco del interés público. En 1920, un rorcual azul encalló cerca de Bragar (
isla de Lewis) en las
Hébridas Exteriores de
Escocia. Un barco ballenero le clavó un
arpón, pero éste no llegó a explotar y la ballena acabó en la costa. Dos de los huesos de la ballena fueron erigidos en Lewis y permanecen como atracción turística.
[56]
Vocalización
Los rorcuales azules emiten potentes sonidos regulares de bajas frecuencias particularmente adecuadas para la comunicación submarina de largo alcance.
[57] Estimaciones hechas por Cummings y Thompson (1971) sugieren que el volumen de los sonidos emitidos por los rorcuales azules está entre 155 y 188
decibelios relativos a 1
micropascal (µPa) a una distancia de referencia de un metro.
[58] [59] Todos los grupos de rorcuales azules emiten llamadas en una
frecuencia fundamental de entre 10 y 40
Hz, llegando incluso a los 9 Hz (el sonido de más baja frecuencia que los humanos pueden percibir, generalmente es de 20 Hz) y la más alta registrada (probablemente de la especia pigmea) llegó a 524 Hz.
[57] Los rorcuales azules emiten llamadas de al menos entre 10 y 30 segundos de duración. Rorcuales azules de la costa de
Sri Lanka han sido registradas repetidamente emitiendo «cantos» de cuatro notas que duraban aproximadamente dos minutos cada uno, que evocaban los famosos cantos de las
yubartas. Los investigadores creen que como no se ha observado este fenómeno en ninguna otra población, puede ser una característica propia únicamente de la subespecie
B. m. brevicauda (pigmea).
Los motivos que las llevan a emitir estos sonidos son desconocidos. Richardson
et ál (1995) habla de seis posibles motivos: mantenimiento de distancia interindividual, reconocimiento de la especie e individual, trasmisión de información contextual (por ejemplo: alimentación, alarma, cortejo, etc.), mantenimiento de la organización social (por ejemplo: llamadas entre machos y hembras), situación de rasgos topográficos o posición de fuentes de posibles presas.
[60]
Población y caza
Las décadas de caza
Los rorcuales azules son unos animales difíciles de capturar o matar. Su tamaño, velocidad y fuerza hacían que raramente estuvieran en el punto de mira de los primeros barcos balleneros, que tenían como objetivos principales a los
cachalotes y a las
ballenas francas.
[61] En
1864 el noruego
Svend Foyn equipó un
barco de vapor con
arpones expresamente diseñados para la caza de grandes cetáceos.
[8] Aunque inicialmente eran de difícil manejo y tenían un bajo porcentaje de éxito, Foyn perfeccionó el cañón arponero y pronto varias estaciones de caza de ballenas se establecieron en las costas de
Finnmark, al norte de
Noruega. A causa de disputas con los pescadores locales, la última estación de caza de ballenas en Finnmark fue cerrada en 1904.
Arpón para la caza de cetáceos.
Pronto comenzó la caza de rorcuales azules en
Islandia (1883), las
islas Feroe (1894), la
isla de Terranova (1898),
Spitsbergen (1903) y las
islas Georgias y Sandwich del Sur (1904-1905). Tras la introducción de buques factoría a vapor con rampas a
popa en
1925, el número de rorcuales azules (y misticetos en general) cazados anualmente aumentó de forma drástica. Entre
1930 y
1931 estos barcos cazaron 29.400 rorcuales azules sólo en la región
antártica. Hacia el final de la
Segunda Guerra Mundial su población había sido considerablemente mermada y en
1946 se introdujeron las primeras cuotas que restringían el comercio internacional de misticetos, aunque resultaron ineficaces debido a que no contemplaban una diferenciación entre especies. Así, las especies más escasas podrían ser cazadas en la misma medida que aquellas que contaban con una población relativamente abundante. Su caza fue prohibida en los
años 1960 por la
Comisión Ballenera Internacional,
[62] [63] y se detuvo la caza ilegal de misticetos por parte de la
URSS en los
años 1970,
[64] tiempo durante el cual 330.000 rorcuales azules habían sido cazados en la región antártica, 33.000 en el resto del
Hemisferio Sur, 8.200 en el
Pacífico Norte y 7.000 en el
Atlántico Norte. El grupo original más numeroso, el de la región antártica, quedó reducido al 0,15% de su población inicial.
[7]
Los barcos balleneros habían llevado a esta especie casi a su extinción, pero en vez de capturar menos ejemplares durante un período mayor, los balleneros continuaron mermando su población. En retrospectiva, si la industria ballenera hubiera admitido la supervisión y regulación por parte de biólogos marinos, más cetáceos podrían haber estado comercialmente disponibles, aunque en un período más largo. La
dinámica demográfica implicada en la caza de
mamíferos marinos que alcanzan edades avanzadas es completamente diferente de aquellas implicadas en la captura de peces con períodos vitales más cortos. Debido a los períodos más largos de reproducción (gestación de un año) y camadas de menor tamaño (una o dos crías), las poblaciones de cetáceos se recuperan mucho más despacio que las poblaciones de animales más pequeños, que tienden a invertir menos tiempo y recursos en los individuos más jóvenes.
Población y distribución actual
Rorcual azul con las
Azores al fondo.
Desde el establecimiento de la prohibición de caza de ballenas, los estudios han fracasado a la hora de averiguar si el nivel global de conservación de la especie aumenta o permanece estable. En la región antártica, las estimaciones más optimistas muestran un significativo incremento del 7,3% anual desde la finalización de la caza ilegal de la Unión Soviética, aunque su número todavía permanece en menos del 1% de los niveles anteriores a su caza comercial.
[7] También se ha sugerido que las poblaciones
islandesas y
californianas aumentan, pero estos incrementos no son estadísticamente significativos. Se calculó que la población mundial total estaba entre 5.000 y 12.000 ejemplares en
2002, aunque con niveles altos de incertidumbre en las estimaciones disponibles para muchas áreas.
[4] El rorcual azul figura como «
en peligro» (EN:
Endangered) en la
Lista Roja de la UICN de especies amenazadas (y ha sido así desde la creación de la lista).
[1] En el caso del rorcual azul antártico (
B. m. intermedia), la de mayor tamaño, su situación es todavía peor y está calificada en la Lista Roja de la UICN como «
en peligro crítico» (CR:
Critically Endangered).
[65] También figura en el Apéndice I (especies amenazadas de extinción)
[66] del
Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies de Fauna y Flora Salvaje Amenazadas (CITES).
[67] La mayor concentración conocida de la especie, con unos 2.000 individuos, es la población del Pacífico Nordeste del rorcual azul del norte (
B. m. musculus) subespecie que se extiende desde
Alaska a
Costa Rica, pero que se avista generalmente en
California durante el verano. A veces esta población se desvía al
océano Pacífico Noroeste y se han registrado avistamientos poco frecuentes entre la
península de Kamchatka y el extremo norte de
Japón.
En el
Atlántico Norte se han localizado dos grupos de la subespecie
B. m. musculus. El primero se encuentra en
Groenlandia,
Terranova y Labrador,
Nueva Escocia y el
golfo de San Lorenzo, con unos 500 ejemplares. El segundo (el grupo más al Este fue descubierto en las
Azores en primavera y en
Islandia en julio y agosto) se supone que sigue la
Dorsal mesoatlántica entre las dos islas volcánicas. Más allá de Islandia, los rorcuales azules han sido descubiertos tan al norte como
Spitsbergen y
Jan Mayen, aunque tales observaciones sean escasas. Los científicos desconocen dónde pasan los rocuales los inviernos. Se estima que la población total del Atlántico Norte está entre 600 y 1.500 individuos.
En el
Hemisferio Sur parece haber dos subespecies distintas,
B. m. intermedia, el rorcual azul antártico, y el poco estudiado rorcual azul pigmeo,
B. m. brevicauda, que se encuentra en aguas del
océano Índico. Investigaciones recientes (mediados de 1998) proporcionaron una estimación de 2.280 rorcuales azules en el
océano Antártico,
[68] de las cuales menos del 1% probablemente fueran rorcuales azules pigmeos.
[69] Las estimaciones de un trabajo realizado en
1996 daban como resultado 424 rorcuales pigmeos sólo en una pequeña área al sur de
Madagascar,
[70] por lo que es probable que los ejemplares en el todo el océano Índico sean varios millares. Si esto es cierto, las poblaciones globales serían más altas que las dadas por los pronósticos iniciales.
[6]
Una cuarta subespecie, la
B. m. indica, fue descrita por
Blyth en 1859 en el océano Índico Norte, pero las dificultades en la identificación de rasgos distintivos de esta subespecie hacen de ella un sinónimo de
B. m. brevicauda, el rorcual azul pigmeo. Parece que los registros de las capturas soviéticas indican que el tamaño de las hembras adultas está más próximo al de los rorcuales pigmeos que al de la
B. m. musculus, aunque las poblaciones de
B. m. indica y
B. m. brevicauda parecen ser distintas y las temporadas de cría difieren en casi seis meses.
[71]
Las rutas
migratorias de estas subespecies todavía no son bien conocidas. Por ejemplo, existen registros de rorcuales pigmeos en el Índico Norte (
Omán,
Maldivas,
Sri Lanka) donde puede que formen una población residente.
[71] Por otra parte, la población de rorcuales azules que se encuentra en
Chile y
Perú también puede ser una población distinta. Algunos rorcuales azules antárticos se acercan a la costa este del Atlántico Sur en invierno, y de vez en cuando sus vocalizaciones son oídas en Perú,
Australia Occidental y en el océano Índico Norte.
[71] En Chile, el
Centro de Conservación Cetacea, con el apoyo de la
Armada chilena, emprendió importantes trabajos de investigación y conservación y trabajan en el estudio de una concentración de ejemplares alimentándose recientemente descubierta en las costas de la
isla Grande de Chiloé en un área llamada golfo del Corcovado donde se han llegado a avistar 326 animales cerca de la costa en el verano de 2007.
[72]
Esfuerzos para realizar cálculos más precisos de la población de rorcual azul se están llevando a cabo por científicos de la
Universidad de Duke, quienes mantienen el OBIS-SEAMAP,
Ocean Biogeographic Information System - Spatial Ecological Analysis of Megavertebrate Populations (Sistema de Información Biogeográfica Oceánica - Análisis Ecológico Espacial de Poblaciones de Megavertebrados), una recopilación de datos de
mamíferos marinos de aproximadamente 130 fuentes.
[73]
Otras amenazas
Debido a su enorme tamaño, fuerza y velocidad, los rorcuales azules adultos no tienen prácticamente ningún
depredador natural. El único animal del que se tiene conocimiento es la
orca.
[74] Existen informes documentados de ataques de estos animales, como un estudio que mostraba que en el
mar de Cortés no menos del 25% de rorcuales azules adultos tenían cicatrices resultado del ataque de orcas y la muerte de un rorcual en
Baja California víctima de su ataque,
[4] así como un reportaje en la revista
National Geographic de un rorcual azul atacado por orcas donde, aunque las orcas fueron incapaces de matar al animal durante su ataque, el rorcual sufrió importantes y numerosas heridas y probablemente murió a consecuencia de ellas poco después del ataque.
[75] Sin embargo, aunque está demostrado que las orcas atacan y pueden matar un rorcual azul, el índice de mortalidad debido a estos ataques se desconoce.
Los rorcuales azules pueden ser heridos, a veces fatalmente, a causa de choques con buques de gran tamaño en alta mar y también al quedar enredadas o atrapadas en
redes de pesca.
[76] El continuo aumento del ruido ambiente producido por el ser humano en el océano, incluido el
sonar, ahoga las vocalizaciones producidas por los cetáceos, dificultando su comunicación.
[76] Las amenazas humanas para la potencial recuperación de su población también incluyen la acumulación de
bifenilos policlorados (PCB) y otros productos químicos que ingieren al alimentarse y que se transmiten a las crías a través de la leche materna.
[36]
El
calentamiento global hace que
glaciares y
permafrost se derritan rápidamente, lo que conlleva un gran incremento en la cantidad de agua dulce en los océanos y existe el riesgo de alcanzar un punto crítico en ese incremento que pueda llevar a una perturbación en la
circulación termohalina. Como la mayor parte de los
cetáceos los rorcuales azules son
migratorios y pasan el verano en latitudes altas, más frías, donde se alimentan en aguas con abundancia de
krill; en invierno se trasladan a latitudes bajas, más cálidas, donde se aparean y dan a luz.
[77] Teniendo en cuenta que sus modelos migratorios están basados en la temperatura del océano, un cambio en esta circulación que desplaza el agua caliente y fría alrededor del mundo probablemente tendría efectos en su migración.
[78] El cambio de la temperatura del océano también afectaría a su suministro de comida, pues el calentamiento provocaría una disminución en los niveles de salinidad que causarían un cambio significativo en situación y abundancia del krill.
[79]
BIBLIOGRAFIA:
http://es.wikipedia.org/wiki/Balaenoptera_musculus